Ignasi Fontvila

Nací en una familia donde no se escatimaba en libros. Mi abuela leía. Mi madre leía. Mi padre leía. Mi hermano también leía. El único que en casa no leía era el perro. Hasta mis gatos Fellini y Gufo leen, o al menos eso parece cuando se pasean sobre el teclado de mi ordenador mirando fijamente la pantalla y escribiendo palabras aleatorias a cuatro patas.

La palabra escrita siempre ha sido una parte de mi escenario vital por lo que me pareció natural estudiar publicidad. Los cinco años de carrera actuaron de forma disuasoria para dedicarme a esta actividad. Aun así, al terminar los estudios comencé mi fugaz aventura como copywriter, que acabó de confirmar que eso no era lo mío.

Harto de escribir folletos y cartas comerciales…

empecé a dar clases de redacción publicitaria y de creatividad en la Universidad Autónoma de Barcelona. Contra todo pronóstico la docencia me enganchó. Y después de la UAB siguieron Icomi, después la Universitat Abat Oliba, la Escola Superior de Relacions Públiques de la Universitat de Barcelona, las colaboraciones en Elisava, BAU, el IED, la Universidad San Jorge de Zaragoza, la Jaume I de Castellón, el Instituto Tecnológico de Monterrey en México y un montón de pequeñas charlas, conferencias y cursos aquí y allá (Salamanca, Badajoz, Alicante, Vitoria, Barcelona…).

Muchos alumnos después y muchas clases de naming impartidas con la idea de dar a conocer una disciplina poco valorada y menos conocida, como es la creación de nombres de marca. Si quieres oírme hablar de ello, siempre puedes apuntarte a uno de mis cursos en Domestika o Brandemia.

Paralelamente a la docencia abandoné la redacción publicitaria para empezar mi carrera en el naming. Gracias a una exalumna, Judith Ruiz, entré como freelance en Nomen (nada que ver con los arroces) y ahí descubrí mi verdadera vocación que, por si a estas alturas no había quedado suficientemente clara, es la creación de palabras. A los tres meses de colaborar con ellos me ofrecieron la dirección creativa, que acepté, claro está.

En Nomen aprendí las bases de todo lo que sé y que he puesto en práctica a lo largo de mi carrera. Leí mi primer libro de naming (Le nom de marque, de Marcel Botton, fundador de Nomen, precisamente), trabajé en mis primeros proyectos nacionales para Repsol, Danone, Cotty Astor, Canal+, Seat… y también empecé a colaborar en creaciones para las otras filiales internacionales del grupo Nomen en Francia, Italia, Alemania y Gran Bretaña.

Uy esto se está alargando muchísimo, o sea que a partir de ahora seré breve.

Poco después de pasar por Nomen colaboré esporádicamente con Summa Branding, con duBois Ording y Carré Noir, antes de fundar Nameworks en 2000. En 2005 Nameworks pasó a formar parte del Grupo Nomen hasta 2011, cuando tuvimos que cerrar la oficina española del grupo. La crisis de 2008 nos afectó tarde pero pegó fuerte. En 2011 pasé a formar parte de Branward como Director Creativo de Naming y a final del mismo año refundé Nameworks.

Desde entonces he ofrecido servicios de naming a clientes directos, agencias de branding, de comunicación y de naming. Es decir, a todos aquellos que puedan necesitar un nombre y quieran trabajar conmigo. Y aquí seguimos, con la misma idea desde el principio: democratizar la creación de nombres y hacerla accesible a cualquier tipo de persona, empresa, organización o institución.